Siempre recordándolos desde Chile

En la vida, los momentos difíciles sobran y también sobran las personas que se quedan atónitas preguntándose, ¿Por qué a mí? , ¿Por qué a nosotros? y simplemente subsisten con la primera información y no buscan más allá.

Después que nuestra hija nació con muchas situaciones complejas, iniciamos la búsqueda en Chile, búsqueda que tenía como propósito encontrar personas, familias o agrupaciones que nos entreguen experiencia en la utilización de las prótesis mioeléctricas en nuestro país. No encontramos, y el estado nos negó rotundamente el acceso a estas. La incertidumbre, la desesperación y la impotencia se apoderaron de nosotros, quedando nuestras ganas y fuerzas en el limbo.

Buscando por la red encontramos a AFANIP, fue un momento revitalizador para todo lo que había quedado en suspensión, sin embargo este grupo de familias no estaban cerca, pero esto no fue impedimento para que iniciáramos conversaciones con Esther vía e-mail quien amablemente respondió infinidad de dudas.

Se aproximaba un viaje España, que tenía como uno de los principales objetivos, conocer a niños que utilicen desde pequeños las prótesis mioeléctricas, para empaparse de la experiencia familiar de AFANIP y poder transmitir esto en Chile y ayudar a nuestra hija Isabella. Esther fue un gran apoyo para tomar la decisión de viajar muy lejos y contactarme con diferentes personas que están en la asociación.

Nunca imaginé el gran apoyo de AFANIP, era una cadena de familias con infinitas ganas de ayudar. Me recibieron en sus hogares con absoluta confianza y entre los paseos de hermosos lugares y conversaciones en sus casas, entregaron sus experiencias y conocimientos sin repudios.

Ya no nos sentimos solos en esta gran tarea de la vida, porque sabemos que existen personas que han luchado por sacar adelante a sus hijos y no se han quedado atónitos esperando.

A las hermosas familias de; Mercedes y Miguel, Salamanca. Esther y Enrique, Castro Urdiales. Rebeca y Jesús, Pamplona.

Un gran abrazo para todos ustedes, gracias por su tiempo, energía, compromiso y cariño.

Siempre recordándolos

Se despide,

Cristian Feest Püschel y Familia.

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