Viernes 28 de abril. Todo preparado: ropa, zapatos, abrigos (han dicho que hará mucho frío), disfraz para la mayor, juguetes para el pequeño, bocadillos para el camino….uff, creo que está todo.
Nos ponemos en marcha. Son las tres, estamos los cuatro montados en el coche la carretera está despejada, poco tráfico, esperamos llegar para la cena. En el coche silencio, ni ponemos la radio. Los peques van durmiendo. Aimar ajeno a todo, sólo tiene 9 meses. Ariadna con 7 años es más consciente, aunque sólo piensa en jugar, lo que debe ser.
José y yo vamos callados. Cansados de la semana, pero pensando en cómo será esto de AFANIP y las Jornadas. ¿Habrá mucha gente?, ¿cómo serán?, ¿tendremos afinidad, ¿servirá para algo? Dudas. Pero no hay nada que perder, sino todo lo contrario.
Ya han pasado 9 meses desde que nació Aimar, ya es todo un bichito o “badofo” como le llamamos nosotros con cariño. Un mote que se inventó su hermana.
Aimar nació con agenesia de la pierna izquierda. Y desde el diagnóstico en la semana 20 del emabarazo nuestro vida pegó un gran vuelco. Tener un hijo siempre es un enorme cambio en la vida, pero ¿una agenesia? ¿Que es eso? ¿Pero porque? ¿Porqué a nuestro hijo? ¿Que hice mal? o peor, ¿qué no hice? Nunca lo sabremos…. La sensación de culpa y tristeza se ha ido reduciendo con el tiempo, ya se sabe que el tiempo todo lo cura, pero ¿que calidad de vida le espera a Aimar? ¿estamos haciendo lo mejor para él?
De repente apareció AFANIP en nuestras vidas. ¡Hay más familias como la nuestra! Hay más niños como Aimar y resulta que hacen vida normal. Nos encantaría conocerles.
Lunes 1 de mayo. Nos vamos a casa. Ha sido muy intenso. Un fin de semana con multitud de experiencias. Todas buenas.
Hemos compartido bonitas conversaciones con padres, madres y niños. Hemos convivido durante tres días con familias con un denominador común: hijos (con agenesia), pero hijos al fin y al cabo. Algunos con hijos mayores, otros con bebés como nosotros.
Hemos aprendido que no hay límites, no los tienen. Hacen lo que se proponen y ¡¡¡lo hemos visto!!! ¡Son geniales estos chic@s!
Nos vamos con la maletas llenas de ropa para lavar, pero con la mente llena de nuevos nombres, amigos y compañeros de viaje que la vida nos ha hecho el regalo de conocer. Personas que por muy diferentes que seamos están pasando o han pasado por lo mismo que nosotros. Que bien nos hemos sentido, hablando sin tapujos y viendo como asentían a cada una de nuestras frases, como nos explicaban su experiencia y nos daban ánimos. ¡Quién me iba a decir que yo también daría ánimos a otros !
Nos vamos con fuerzas renovadas, con ilusión y emoción por seguir adelante, con consejos a tener en cuenta, pero sobretodo con la sensación de haber hecho amigos para toda la vida.
Gracias a AFANIP y a todos los que formáis la asociación, en especial a Ester por habernos abierto las puertas.
Marta (mamá de Aimar, 9 meses). Pamplona.
